La poesía del mundo se escribió en esta noche y la noche multiplicó su calor en el eco dispar de las olas de palabras que completaron la muralla sobre la que descendió la idea, la imagen, la profundidad. Aquí todo tiene nombre, menos lo innombrable, esa sutil fuerza que corona los estómagos con sus notas de temblor e irrealidad.
Todo vibra,el cielo despejado y ojos con nubes y dolores en el vientre y alas doradas, está noche las palabras crean infinitos.
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