lunes, 21 de junio de 2010

El inicio siempre es un grumo en el sueño de la herida, me da miedo, lo aceptaré, no temo que los otros miren mi rostro ni que los espasmos se hayan reunido en torno a la sonrisa de lo que en realidad es una lágrima, quizá  me asusta la oscuridad de su sonrisa es, después de todo, el símbolo de la muerte el que esconde su pecho en la tristeza.

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