no quiero que corrijas los errores de mi cuerpo
sólo quiero un instante bajo el soplo de tu tristeza
o que tus ojos consuelen los nudos
que van preparando el cielo y las humedades
del silencio
los charcos son los abuelos
de donde el barro comenzó a ser vientre
y nuestros ombligos se conectan con su fondo
mientras miramos el horizonte sin salida
en el que la lluvia une los labios
de cielo y tierra
de nubes y montañas
tu voz se estanca en un parpadeo
no quieres que corrija los errores de tu cuerpo,
sino un conjunto de caricias
un escondite en esta nada
que nos alamacena
sobre la tierra
que será la sábana eterna de nuestro luto
las manos, como los cuerpos,
se encuentran bajo el frío
mientras los árboles agitan el cielo hecho nudos
y los segundos alargan sus ramas
formando eventos que se pierden
en memorias que culminan
en el momento en que nuestros cuerpos estaban bajoel árbol que aún habla de su tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario