June. June. June. eso es todo lo que mi loca cabeza escucha, quizá es el desvelo, quizá la angustia.
domingo, 28 de febrero de 2010
a veces las lenguas no llegan tan lejos como los ecos de las voces que procuran, no es porque no lo intenten, su intensión es siempre la misma: llegar al fondo, saberlo todo, reconstruir en una sensación que dañe la columna todos los mundos, los pasos, las formas, esas visiones que sólo llegan a través de su lenguaje.
viernes, 19 de febrero de 2010
Ese rumor oscuro de tu cuerpo se derretía en el café, un color abismal como los espejos en los que mi rostro, inundado de brea, gritaba las notas de alguna curiosidad mínima, yo supe de inmediato que era necesario cambiarlo todo, que teníamos que construir un muro y pintarlo de café, todo en café, todo en el color que dejan las olas sobre la arena.
Por eso aquella noche, la menos infinita, tome las cubetas de la tienda y las vacié sobre la faz de la barda que guardaba el secreto de tu paso, las lance y con brochas, con manos, con mi ropa, repase la textura del muro esperando mudase su naturaleza.
NADIE entendió, me llevaron a rastras mientras gritaba tu nombre al muro, me encerraron, decian que las ventanas del banco debian permanecer transparentes, pero los muros se hicieron para vestirnos, le dije a mi padre y èl, incrédulo, tembloroso, me prometió un algo, una ayuda, sin importancia.
Yo voví a la semana siguiente, los cristales - tu ausencia en cualquier sentido que se piense -, se tiñeron de mi idea, no quería el dinero del banco, queria cubrir el absurdo, queria volver a mi vida - con un tono cafè- antes de ti.
Por eso aquella noche, la menos infinita, tome las cubetas de la tienda y las vacié sobre la faz de la barda que guardaba el secreto de tu paso, las lance y con brochas, con manos, con mi ropa, repase la textura del muro esperando mudase su naturaleza.
NADIE entendió, me llevaron a rastras mientras gritaba tu nombre al muro, me encerraron, decian que las ventanas del banco debian permanecer transparentes, pero los muros se hicieron para vestirnos, le dije a mi padre y èl, incrédulo, tembloroso, me prometió un algo, una ayuda, sin importancia.
Yo voví a la semana siguiente, los cristales - tu ausencia en cualquier sentido que se piense -, se tiñeron de mi idea, no quería el dinero del banco, queria cubrir el absurdo, queria volver a mi vida - con un tono cafè- antes de ti.
miércoles, 17 de febrero de 2010
36 horas de lluvia, sólo así, sin título, sin el gran encabezado lleno de foquitos, sin amor antes de las lenguas sin respuestas a los signos que interrogan, 36 horas de lluvias, la ciudad se inunda, las ratas me abandonan, ignoran que no estamos en un barco, que la única naufraga de su frio es la esperanza de que volvamos al paredón, a la choza, a la desnudes que nos redima con su crueldad, con su abismo, con su realidad sin estropajos, yo quiero también saltar con ellas, ser rata en la mar que se desmorona en forma de cielo que cae...
de diciembre a enero, de mi corazón a tus labios, sólo un par de cartas y luego nada
el metro pasa, con su cancion sorda, el tiempo se nubla, la voz de los anuncios, en los que mujeres de largas piernas y zapatillas de tres pisos posan, se vuelca sobre alguna idea que yo pensaba olvidar.
No, no, es que mi dislexia no me permite leerte, no me deja saber si en verdad me has olvidado o sólo querias que... no, mi dislexia no me permite interpretar esta letra, aunque sea la mia
no es eso ¿verdad? es sólo mi pretexto, mi incapacidad resonante de decir adiós y continuar.
el metro pasa, con su cancion sorda, el tiempo se nubla, la voz de los anuncios, en los que mujeres de largas piernas y zapatillas de tres pisos posan, se vuelca sobre alguna idea que yo pensaba olvidar.
No, no, es que mi dislexia no me permite leerte, no me deja saber si en verdad me has olvidado o sólo querias que... no, mi dislexia no me permite interpretar esta letra, aunque sea la mia
no es eso ¿verdad? es sólo mi pretexto, mi incapacidad resonante de decir adiós y continuar.
miércoles, 10 de febrero de 2010
jueves, 4 de febrero de 2010
Vendas
Hasta las meninges vendan la idea que aparece en el paisaje que despierta la mañana; hasta ellas cubren la herida de la realidad que regresa como costra a formar la tibieza de mi cuerpo sin vida. Soy sepultura y formato de dos lagrimas, de dos ojos, de las más simples conecciones con lo de afuera. Las vendas evitan...
(lo seguiré después, espero...)
(lo seguiré después, espero...)
lunes, 1 de febrero de 2010
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