lunes, 31 de mayo de 2010

Alguna vez  fui tú y toqué tu cuerpo con mis propias manos, temblé en tu cama, sonreí en el espejo de la mañana, mientras te rasurabas, mientras los ritos de tu vida se llevaban a cabo;  saliendo de tu cuerpo, volviendo al mío aún con el tacto de tus manos, sentí mi desnudez y me decidí a abandonarme en un abrazo contigo. 
Siempre agradecí que no notaras mi intromisión en tu casa, mi incapacidad para abandonar las células que te forman y que aromatizan mis sueños cuando no me queda más de ti.
Podremos vestirnos de blanco, sentarnos juntos, platicar como si fuesemos amigos,  la vida no pasa cuando una platica se alarga sobre la mesa, las estaciones y despedidas se alargan, son como desvelos repetidos, entonces nos tomaremos de la mano por debajo de la mesa, sonreiremos a los otros,  sabremos que lo nuestro se ha terminado, dormiremos en paz.
Este eres , desde todas mis perspectivas...
Dicen que somos mamiferos pero en mi mundo no hay orden, para mí eres un trocito de pastel y luego un animal con el cual comprar zapatos.
Lameré tus heridas con el acido de mi lengua
y luego de que te derritas lloraré esperando que regreses


plantaré una semilla
en la base del sillón
y te regaré todos los días
cuando crezcas planta verde
te volveré a amar.
No quería que las estrellas dejaran deshabitada la casa, guardaba los calcetines en color por día, los charcos sobre los que aparecian sus ojos eran patéticos, en realidad ya tenía muerto el interior.
Morí hace tiempo
y nunca entendí como es que aparecí aquí
de que manera imito la sensación
si pudieses volver al paraíso
y en ese grupo de milenios consecutivos sentir lo que ahora se te niega
no serías más perfecto
sólo no serías tú
No eres un error,
reptas sobre la tierra porque es necesario
La  tristeza es mi casa,
la felicidad es el destierro

domingo, 30 de mayo de 2010

El nombre del hombre del saco coincidía con la descripción del enemigo, pero el camarero prefirió no decirlo, los gritos de los paseantes al ver el estanque ya eran lo suficientemente problemáticos como para alargar los rumbos de la contaminación al oído del guardia que estaba sentado en la entrada, detrás de una vieja trampa que indicaba silencio.
La mujer de zapatillas blancas con tacón alto y largas piernas era la asesina, según el reporte de los diarios, pero los inquilinos de la casa de al lado sospechaban que eso era mentira.
El camarero recibió la propina, envió una mirada a la mujer de la barra, el cigarrillo resbaló de pronto, todos pensaban en el vestido largo y el escote, todos menos el hombre del saco que leía el periódico esperando encontrar a la responsable. El nombre del hombre del saco ocupó el lugar del cigarrillo en los labios de la mujer. Se miraron, ella se sentó al lado de él, tenía un mensaje, algo importante, el hombre nervioso imagino que estaba perdido, quizá lo habían descubierto, la mujer le dijo que abriera el sobre, dejó un paquete sobre la mesa, el hombre lo abrió, miro las fotografías, sonrió.
La mujer se levanto también con una sonrisa, el hombre del saco salió del restaurante dejando propina, el mesero miró la nota en la mesa, camino hacia el camarero y sin que él lo sospechara, lo mató.
-Nadie se acuesta con mi mujer y vive contento, susurro en algún punto. Se marcho y al llegar al parque fue confundido con el enemigo del jefe, le dispararon hasta hacerle coladera. La viuda reclamó un seguro.
El hombre del saco llegó a la ciudad del Norte, se perdió entre la gente mientras la mujer de vestido blanco se encargaba de los asuntos pendientes del camarero.
La culpable estaba cerca, pero no atacaría, daría espacio entre los homicidios, la mujer en prisión se suicidaría y los hombres del bar seguirían pensando que sus piernas eran muy largas cuando los vecinos la declararan inocente.
siempre se llega al lugar con el que se sueña,
aunque a veces  sólo sea a través de los deseos
Mi espalda se quebrò,
no soy de palo pero mi grafito
se derramò dejándome sin la posibilidad de escribir
màs sentimientos
Mis estùpidas rimas son sarna,
como perro en el patio de la iglesia, no atrio,
me despellejo
en la desventura de este ardor
de la carne
que me res-ba-la
los humanos pasan, se arden de mí,  de mi cara, de mis ojos
perro que guardo
en la transparencia de los charcos
sólo suciedad
y palabras que riman
sólo versos-mierda
nadie me busca
me leen porque no saben
que en la oscuridad de aullarle a la luna
he adquirido la gracia
de camuflagearme

sábado, 29 de mayo de 2010

Culpa

Quien me conoce sabe que escribo cuando estoy triste y trato de escapar de algún hecho que me causa dolor, pero tú, lector, no lo sabes, prefieres creer que mi corazón late, que tengo alguna sonrisa escondida; no captas la lágrima que da brillo a mis ojos, no te interesa mi infelicidad, si mis versos son de amor o desamor es lo que te importa, esas palabras te llenan más que mi miseria, eres más perfecto que yo porque tú si te enamoras, porque tú si caminas en la ciudad y te encuentras con la basura que yo escribo desde mi imposibilidad de salir, eres más perfecto, más real, más que yo, te diría que te envidio, pero eso sería  condenarme a  consumir mis propias palabras, sería leer este mensaje y ofenderme; me quedaré sin ti, ya no me leerás, el alma de mis letras te extraña, te extraña ya; pero no quiero engañarte, no hay garzas dando sangre, ni alimento de amor en mi alma, estoy seca y seguiré escribiendo, lo haré por si me perdonas, por si un día buscas una palabra y se te ocurre regresar.
Quiero salir de aquí y gastar todo mi dinero en revelar los rollos fotográficos de los días que pasé contigo, escribir tu nombre, sólo tu nombre hasta que me sangren las manos y despertar confusa, sabiendo que los sueños no nos reservan más que un puño de polvo que se eleva con nuestro  despertar
aquí ya no hay células que inviten a envejecer
lo he pensado bien,

le dije a mi mapa genético,

ya no quiero ser mujer 
Las luciérnagas volaron, 
mis manos se desprendieron del manto, 
entre algunos cristales saturados de sangre
mi alma se fue extinguiendo.







cielos que caen uno a uno sobre las tumbas que guardarán nuestros cuerpos, 
un cielo es el parpadeo del que tanto habló mi madre,  el hueco de mis intensiones,  el ave que llega la sol sin quemarse, es de fuego, todo lo es.





Te busqué para contradecir al mar, 
para que ninguna luna pudiera afirmar en momento alguno que no hay forma de recuperar el paso de las olas y volver a tocar lo que se ama. 
Te dije que este era mi intento por no parecer cursi, 
que fallaría porque uno no siempre puede poner la cabeza en hielo 
y crecer de la rama adolorida.
Tú sonreías, 
el mar siempre lo toca todo, 
lo destroza con su puño; 
el mar no lee 
ni se deja leer por cualquiera 
ha estado tanto tiempo sobre la tierra 
que sólo murmura su eternidad, 
ese peso que deja sal entre los pliegues de los ojos, 
entre las ramas más intimas de nuestros moldes, 
él mar no sabe de tristezas 
aunque a veces su corazón se llene de frío. 
Promete realidades 
cuando su cielo se vuelve pálido, 
cuando el rayo desgarra su silencio 
y en pausa esperamos a que el viento nos eleve,
 a que la piel se nos vuelva fragmento y humedad.
El mar jura 
que lo único que nos pertenece es la soledad,
pero yo, cansada de ese destino, 
te busqué bajo las estrellas  que danzaban en el cristal de las ventanillas del auto, 
te encontré sentado a la orilla de su rumor, 
afirmando con él que las prisiones nos llegan a través de la piel.


Es curioso,
 llegué a ti por contradecir al mar 
y cuando la libertad de tu lejanía me tocó, 
en el desvelo el mar seguía conmigo. 



Colores privados

Ningún labio pulveriza más las olas de tu oído, 
ninguna parte llega al centro de los desvelos 
En estos sitios en donde lo oculto se renueva
en sales de escondidas tristezas.
Tú no lloras, nadie lo hace, 
sólo estamos separados por gotas de agua
misiles que resumen desconfianza y desamor.
el amor nos mata, 
nos vuelve ombligos en los cuerpos que extirpa la muerte
pero el desamor nos conforta con tristeza
nos llena de posibilidades




ll
Los colores  
en los que tu cuerpo se entumece 
siempre son tristes, 
como el ardor de la piel, 
como el cielo transparente 
bajo el cual las venas forman arcoiris
o listados de angustias 
que palpitan más allá 
de donde el comienzo se disuelve en un grito.
En las lágrimas Dios suele derramar espesas palabras de felicidad.
Es este vacío,  
eterno terreno de nubes mojadas, 
sobre el que se expande la idea 
de un roce.
tiempo, 
no sé que sea eso... 
las plabras no sé de donde vienen, 
a donde se entremezclan, 
no entiendo que está pasando aquí
los sonidos, los murmullos,
ya no soy yo
Nuestras manos se juntan, estamos muertos, me da risa el asco con el que me tomas, da igual, yo tampoco te deseo, sólo estoy aquí porque no tenía otra cosa que hacer en este lapso de tiempo, la radio se acaba temprano, la televisión me aburre, creí que aprendería de tus besos, pero lo siento menos.

viernes, 28 de mayo de 2010

a veces pervierto esta historia, me olvido que te amo, que en ese espacio de tiempo no existían nudos
siento que tus ojos se despiertan a la par de los mios, que nunca nos alejamos
a veces pervierto esta historia, dejo tus manos en mi cuerpo, tu sueño en el eclipse de sombras sobre el espejo, pienso que los tiempos se reúnen en torno nuestro
que nunca me amaste, que nunca te conocí, que no escuchamos nuestras voces al hablar en ese café del centro, antes de que mi mente en el viaje construyera otra versión de ti.
El día de hoy ésta idiota se suicidó.

pesimista

Ya ninguna mujer empuja carriolas, ya ningún hombre fuma cigarrillos, los formados ante esta puerta queremos un toque de poesía, una mujer para el auto, se cierra la cremallera, nos mira a todos, nos indica la división: los hambrientos tras la nave, los sedientos en el puente, nosotros, gusanos, en la fila.
No hay risas ni muecas, estamos disfrazados de nosotros, pero somos zombies, extraños plásticos que titilan con un nombre en la tarjeta que da al frente.
Nadie nos dará lo que pedimos, nunca lo han hecho. Necesito letras grandes y lentes para reconocer el espacio, este vació que se acumula bajo el polvo de las escobas, sobre los basureros, en el angustiada alma de las ratas, que caminan cada vez más austeras, en el foco que se columpia ya sin luz que le encienda; necesito contemplar la manera en que el diserto avanza sobre las huellas de mis pies y va desfigurando lo poco que queda.
A lo lejos el estéreo de un auto contiene los discursos del mundo, las palabras repetidas de miles de años, y aquí, en mi pecho, en las costras de mis labios, en los ajuares en los que se escribe la violencia, resuena la necesidad de suicidarnos.
La mujer nos nombra, nos da un trozo de guerra, un pan viejo, lleno de órganos manchados e insectos, de orines, de hirientes ganas de llorar.
Avanzamos hasta donde el mar es arena, devoramos el mendrugo, besamos la mano que nos dio el pan, en la memoria, nos quedamos quejosos tirados en el suelo y luego en silencio soñamos con autos, con padres, hijos, ropa, un mundo en donde podamos pedir algo que no sea un pan manchando nuestros dientes o una ciudad de vacío ensuciándonos la frente. 

Mosca de elevador

Quizá en alguna parte del universo haya un nombre más perfecto que el tuyo y aún siendo corto se lea largo, como una extensión de mar que zumba a la orilla de mi oído, la distancia que hay que donde estoy al suelo se alarga y entre una serie de botones aparece tu dedo, detiene el mundo, produce un futuro que sólo tiene el nombre de cuarto piso, aunque ya nos advierte  el final de este vuelo.

Mi vida con las moscas

a Emma

La vida con las moscas no es compleja,  ellas y yo volamos con las patas atrás, siempre entendemos los impulsos del matamoscas de las palabras, el uso del sueño, el tiempo en los pequeños destellos del aire.

 Yo no les digo moscas, prefiero decirles sonrisas.

Las sonrisas y yo acampamos frente a la pantalla, 
escribimos,
nos gusta soñar
aunque a veces los sueños nos heredan tristeza
nunca lloramos
cantamos al Tiempo que nos enreda en el cuerpo del Aire
entendemos la intensidad en el aroma, 
buscamos la belleza en los basureros, 
visitamos a los enfermos 
los guiamos a los brazos de la muerte
las sonrisas me divierten
( ellas me enseñan sobre la vida y el mundo ),
sobre las reglas que hay que seguir
para dormir en paz.
A veces me aconsejan que cierre la boca, 
que deje que mis alas  me guíen al futuro espacial
y repiten que no es el futuro sino el pasado, 
en el pasado todo era espacio, 
Las sonrisas son sirenas, abandonan sus alas en las playas, 
sacan una nueva forma y se dibujan cantantes seductoras


Nadie me acompaña en este mundo, 
sólo ellas
minuteros antes de cerrar los ojos
y despegar.


No conozco ninguna palabra más violenta que la que nace de los labios de los niños, esas criaturas sin corazón ni experiencia, a los que el mundo construye a través de la sensación.


Me descarno imaginando sus labios manchados de rojo, de rojo-palabra, entre los acentos de la licuadora que crea desayunos en sus bocas; el olor de sus cuerpos que es distinto al de las murallas que construyen mi cuerpo  avejentado, inconcluso, ahora que maduro y me voy despellejando en columnas de polvo de piel y lágrimas.


Los niños, hijos del instinto de repetirse, de mirarse en el espejo de la carne y los huesos, son lo que menos he entendido, lo que me causa susto cuando los accidentes en los que  las vestiduras  se desgarran, les dejan incompletos; cuando sus ojos grandes pierden la exclamación del mundo, cuando sus manos se encartonan y sus cuerpos repiten las heridas que nuestros progenitores escupieron sobre la sonrisa de la cuna 


No conozco seres más extraños, quizá por eso al crecer  los miramos por largos ratos, intuimos que estamos condenados.
Mi enfermedad y yo caminamos tomadas de la mano, ninguna de las dos desconoce el pasado de la otra, ninguna ha perdido si quiera un movimiento de los ojos de la otra y ahora que me encarna, que me hereda, creo que le dejaré mi mundo, que le pondré una casa, que le embarcaré en las olas de mi soledad; me marcharé al sueño, ella vivirá por mí.
Me alegra haber muerto, muté en un eclipse, los hombres eran libres y luego buscaron la seguridad de la cueva, pero yo desde lo efímero de mi evento en el cielo puedo descansar en paz. 
ya no quiero la poesía que respira en torno al hoyo en el que se traduce la herida, no hay nada exacto, nada que una labio a labio ni siquiera cuando en la ingle el calor se convierte en agua que transpira lenguajes internos e impronunciables para mi lengua. esto no es erótico, es tristeza, esta nota no sirve,  desechala.

Nosotros ya éramos eternos

Cuando dijeron sexo, las miradas de los espectadores llegaron al toque del silencio, Dios había roto nuestros huesos
- nosotros ya éramos eternos, dijimos ante las bocas de las coladeras que nos recogían

La pasión es el temblor en las manos, en los sentidos que extravían toda la base de grumos de nuestros ojos.

dios, con minúscula, salió de los labios de un hombre quebrado como nosotros, como nuestros sueños, abrió el periódico en el listado de desempleos, se rascó la cabeza, se alisó el corazón ante la familia que le pedía, hambrienta, un mendrugo de felicidad.
La mujer tenia tres hijos, hijos de nadie, sin padres, sin  comedia ni tragedia, sólo tres hijos, uno más desnudo que el otro, cada uno mas perfecto que su tristeza, que su flexibilidad al dormir amontonados.
El hombre vio a los niños, esos que sin padre eran suyos, vio a la mujer que sin poder ser dueña se volvía objeto y, luego de aceptar esta condición,  la sintió suya.

En el cuaderno de desempleo quedaron, marcados con rojo, los rastros de labios y palabras, el hombre partió en busca de venados, con una lanza, una corbata roja y la mirada estrellada en los anteojos.

La desnudez de la mujer le brotaba en los ojos como  el ardor de las cortaduras en las muñecas por las correas de los relojes. En sus manos su cuerpo, los cuerpos, el universo compartido y nada.

Este hombre no sabe que los cuerpos nunca se tocan, que descubrirse en otro es un sueño, pero dios si lo sabe y a veces le deja la tristeza de la lejanía, el recorrido sin estaciones a un departamento con el refrigerador descompuesto, el saber que no podrá llevar la carne ni la fidelidad a la mesa.

La mujer riega algunos de sus vástagos con lágrimas, los besa esperando que crezcan para salir a cazar, para que se pongan un traje negro y abran el periódico en la página de desempleos, que tomen el asiento incomodo y que usen sus cuerpos y sus tristezas para regar futuros vástagos que repitan la cadena de amargura.

La mujer espera al hombre, él llega con la mirada abajo, se crea el silencio, ella lo abandona, la muerte es un camino sencillo, los hijos crecen
todo en un momento
no es creíble
nada lo es

La mujer sigue en la parada de autobús,  esperando con tres vástagos en las rodillas, el hombre sigue en casa, exhalando la palabra dios, buscando un desempleo con la lanza a un lado y la corbata que le ahoga.

Teníamos los huesos deshechos, caíamos sobre las coladeras, nos introducíamos en ellas, el frió nos quemaba mientras pensábamos:
si por lo menos un milagro nos uniera,
si el frío viese roto su manto,
si el sexo que también esta roto, y sale en la televisión, nos pudiera ayudar a descubrirnos en el otro...

Dios creó engranes, consuelos fáciles, dice el tipo de las noticias, nosotros ya éramos eternos.
no lamento no ser divertida,
carecer de toda gracia

sino haber podido abandonar esta vida
sin tocar el arcoiris
Nuestras caricias fueron para la soledad,
para sus recorridos de frío en la espalda

jueves, 27 de mayo de 2010

El mar de rocas cae sobre mí
NO importa cuanto lo repita
mis lágrimas no reconstruirán tu cuerpo
no te traerán al momento en el que volví  a nacer
el amor otra vez se aleja, es inspiración.
la casa sigue vacía, estoy esperando que abras mi vientre para poder salir

Esto es la noche

Esto es la noche, su final es imposible,
yo crezco hacia su calmado cuerpo,
me entrego a su proteccion de boca y dentadura
siempre estoy siendo devorada
por el artificio de sus huecos
en ella se guardan los sueños,
las otras realidades,
mis vidas y mis muertes multiplicadas
a veces colapsa el estruendo del nido sordo
en el que habita el cansancio
ese pájaro de un ojo
que también es ombligo de su cuerpo.
Esto es la noche, la recorro con la mirada
mientras las lámparas se encienden
y su final se vuelve imposible.
el aliento putrefacto de las flores me ha revelado que las constantes molestias en el jarron de la sala se deben a que el agua, descopuesta y con todos los olores del mundo, lleva mi nombre.
te sentí en el cuerpo del amor, en la herida que se expande, en el sitio que hizo grietas en mí, tú generaste tristeza, estallaste dudas, hiciste infiernos de alientos largos, mientras yo me conformaba con escribir un "tú y yo" en  alguna parte del jardin. Al menos en letras, en un instante menor al suspiro, estuvimos unidos; al menos cuando cierre los ojos, para olvidarte, ya no tendré miedo de que en ninguna parte de la historia seamos pronunciados juntos
me bañaré con el silencio prolongado de la palabra que espera en tus labios

miércoles, 26 de mayo de 2010

Detonar un fragmento de lo que eres, vomitar sobre la sombra de tu yo multiplicado
no eres mas que una cara de la que caen particulas de serenidad comprada
en frascos de vino
M e    n i  e g o
a domar
a degustar
a mostrar
a sonreir
a menos que tu tacto
vuelva a hacer cenizas mi piel
ire a comprar rocas
para construirle una tumba a mi amante
luego de llorarle un rato prendere la radio,
bailare y cantare
él muerto, sepultado bajo rocas en el jardin
yo esclava en la cocina del ama
la mujer que compra carne en el cementerio
me rehusare a comer del festin de las moscas
pero sonreire libre
sabiendo que  no vendera su alma
al repertidor de leche
y que en estos segundos llenos de serenidad
no habra hueso suyo bajo la limpia alfombra
Quiza robe esta idea de tu mente,
por eso mi despedida se te hace tan familiar
noten la quietud del pie
del ojo del zapato,
visitante que se asoma,
esto se llama descanso,
mirar abajo mientras no se avanza 

¿a donde podrian ir?
quiza lejos
lejos
lejos
lejos
lejos
lejos
lejos
lejos

del pantalon viejo
de los recuerdos
de los pasados
de las lagrimas
de lo nuevo
de lo extraño
de lo divertido
y ¿por que no?
tambien del amor

quiza cerca de la luz
de la sonrisa infinita
de la pausa que juegan algunos
y que en otros transita de sonrisa en sonrisa,
de porvernir en porvenir
Escuchando el canto triste de las sirenas se me antoja todo mucho mas simple de lo que los libros de texto o la television dicen que es la vida.
quiza por eso mucha gente se queda en silencio,
a recorrer el paso de los soles con la mirada,
a morir de entraña en entraña,
de corazon en corazon
de labio en labio,
todas las cosas que he enumerado les gastan los ojos,
les arrugan la cara y terminan  formando nuevos rostros,
amarguras de sabores dispares que esperan mezclarse
con el aroma que se propaga dentro de la tumba.

martes, 25 de mayo de 2010

A la sombra de tu hola  me senté
quería besarte en la orilla de los labios
invitarte un café
definir estas tristezas
y apoyarme en tu hombro
No te apareciste,
o llegaste tarde
me fui con el olvido a tomar una cerveza
a fumar un poco
a quebrarme la mente
en la idea de ti con otra
Hay quien me culpa por este mar revuleto de ideas,
por no ser inteligente
no valiente
no creativa
hay quien me culpa por descomponer el idioma
con mis idioteces
y quien me sangra en el recuerdo
pero no quien quiera mirar mis ojos y decirme le día de mi muerte.
me gustaría


que tus sueños aún pasearan en bicicleta
Todos se irán menos yo,

no quiero estar bajo la sombra de tu amor.
una nueva entrada,
eso grita este blog
pero yo tengo las entrañas en pausa
no quiero sentir nada

veo la página en blanco,
mi mente está repitiendo una canción
la misma con la que te construí entre sueños


el amor se llena de moscas,
le doy de comer pescado
el doctor dice que es la mejor dieta
yo quiero que se muera
pero no sentirme culpable

la entrada de blog se come mis letras,
estaba pensando en esa canción
y terminé escribiendo tu nombre.
Tu nombre está repetido, sé que lo sabes, lo encuentro en cada parte, en los rastros de la ciudad en la que habito y de las ciudades vecinas.
Cuando nos despedimos fotocopiaste todos los espacios, los fragmentos de las grafias y me quedé mirandote en cada poste, cada barda, cada televisor; esperando que fueras tú el presentador, el cantante, el que mandaba saludos en el radio, no eras nadie, no estabas aquí, yo seguia pensandote.
¿Quién habrá de dicirme, cómo tú, ya no te quiero?
Quizá sea que  no imagino la vida sin el azote de tu boca, o que  no quiero ser rechazada por alguien más, si tú dices no te amo lo puedo tomar como algo cotidiano, como quien sube al micro y no encuentra asiento; como quien camina y se ensucia los zapatos al no ver un charco entre tanta gente, pero si un alguien  nuevo me rechazará, si su lanza de adiós se impactará contra mis oidos, no me sentiría segura de valer más que tú. Te creería cuando me dices "amor, tú no vales la pena, pero no puedo dejar de estar contigo", te creería cuando piensas que eres lo mejor de mi vida.
las fronteras se vuelven espacio, yo escupo en este blog, como lo hice en otro, todos mis desencantos, lo cierto es que aún cuando no vuelvo lo extraño. Ahí dejé mi alma, espero no olvidralo, mi juventud, mis sueños, esa vida en donde incluso el amor vagaba entre hojas de libretas y desvelos de llamadas telefónicas, ahí dejé  el palpitar rítmico, y me mudé a éste  con un féretro, con mi cuerpo violento de  putrefacción.
Quiero una iguana azul que traspase todas las tierras, una marioneta de nata que pueble las rocas que limitan el mar de espuma, una licuadora en el pelo y la revista con noticias en las que aún sale mi mirada triste, el mundo se acabo ayer y por eso soy feliz.

lunes, 24 de mayo de 2010

Siendo estas las condiciones sólo me queda decdirte NO
Lo malo de las fotografías es que ahí no pica tu barba ni late tu corazón


las miro esperando que te encuentres en ellas, pero justo al mirar en el centro de su cuerpo descubro que ya no estás
han dejado distintas cicatrices,
huellas absurdas
no me interesa ver a desconocidos, les grito
pero no contestan
imaginan que no reconozco tu rostro ni el mío,
que la que se equivoca soy yo

II



en las fotografías que conservo no somos nosotros
lo sé porque me he visto en el espejo antes de abrir el álbum
porque tú te marchaste hace años
porque me sobran los porques que demuestran su mentira

en ninguna se conserva el viento del mar en el que tiramos nuestro corazón para ver si alguien lo encontraba
ni el rumor de las olas
ni el abrazo en el horizonte entre los azules del mar y del cielo
ellas están vacías, incluso de sueños
no destilan risas
sólo pesadillas en las que tu recuerdo se vuelve
                                                                        lo que muestran
esos otros que no comparten más que una imagen
que no muta, que no avanza, que no sufre  ni con las despedidas.

Desorden

Arriba ya no es arriba



abajo esta a la izquierda



la persona que sale en el espejo no soy yo



sueño con encontrarte



en la feria del pueblo



comprarte cacahuates



platicar en silencio del fin del universo



de la manera en que las flores se vuelven agua



en las manos de los que compran la materia con la que se construye la muerte



volver a caminar contigo



de la mano



llevarte al retrato de los tiempos en que la derecha no era en donde se plantan cimientos





 
Me gustaría dedicarte alguna palabra que no desfallezca antes de salir de mis labios


y que mis manos-lanceta te construyeran de una fuerte estructura, besarte en la frente

y que lloviera,

que el cielo desparramara sus últimas gotas sobre tu cuerpo creándote otra sombra

quisiera que volvieras

a la espuma de la que emergió el universo.
odio los días en los que llega tarde el aroma de la lluvia, las frases largas e incompletas que salen de mi boca

los arcoiris que salen en la televisión
el manual de la vida perfecta
las listas del super
las zapatillas
los cazadores de mariposas
y el haber perdido la playera de carta blanca de mi barbie
quería reciclarte
así que te llamé
quería una foto contigo, así que le pagué al señor del museo por dejarme borrar tu desnudo de la pared


pura chatarra
estaba muerta, la encerramos en el refrigerador.
estaba rota


mi cuerpo esparcido

la sangre acumulada en el aire gris

- asfalto -

reducía la visión de los transeúntes

en el camino





estaba rota

pase frente a mí

en forma de yo-anciana, yo-adolescente, yo-amargada, yo-defraudada

ninguna dijo algo

todas llevaban los labios cosidos

una espalda rota

un fragmento de dentadura



¿crueldad?



-no tiene nombre, dijo el forense



estaba rota

sobre la ropa nueva manchada con sangre

no existía porque no tenía nombre

y los ángeles cantaban en un idioma extraño

mientras la ambulancia callaba



el tiempo escurría



un hombre tiro su chamarra sobre mi cara,

mis piernas desnudas, aún con los zapatos puestos parecían dos ramas tiradas al azar

mis brazos carecían de movimiento

mi pecho estaba seco



muerta

atropellada

muerta


-iba a la escuela, esa falda es de....




ninguna mujer se detuvo,

ninguna yo quiso saber

cuando mi madre tuvo que buscar la pieza que le faltaba a su familia

-tuvimos que enterrarla



estaba tirada

rota del cuerpo

nada sentía

soñaba

nota

Este es le lugar en el que siempre siembro los borradores de mis ideas,
por eso o porque nunca estan terminadas ni yo alcanzo a entenderme.
esto
eso
aquello
si
no
lo otro
bueno
malo
esquivo
piedra
cuervo
estación
trenes
detalle
re-construcción
invasión

... las palabras que a veces me dan vida







 tu ausencia

...enumeración sin sentido
Quisiera decir algo nuevo, apartarme del corazón y reenviar los nudos de la prision de mi sangre al silencio en el que dormidos no había tormentas sino desiertos, no desilusiones sino amor en el extenso firmamento en el que la dulzura se convertía en respiración.
Quiero apartarme de los argumentos de siempre, quedarme dormida hasta que todo el invierno pase de mi frente y las gotas de usurpadas soledades se haga pausa en el estante de los desvelos,

                                              pero repito las mismas palabras
el mismo nombre
aún espero con los brazos abiertos
a que el mundo se transforme
en un abrazo contigo.

caigo en las mismas decepciones
en las mismas grutas, en el mismo respirar

quiero estar sola
con tu palabra y hacerle el amor
sin embargo me quedo en este escrito,
me alejo de tu casa,
de tu vida en destrucción.

.

domingo, 23 de mayo de 2010

A
Alguna vez todos apretamos los dientes
alguna vez todos fuimos sarcasmos

viernes, 21 de mayo de 2010

El letrero de seguir indica que puedo seguirme, que de alguna manera me conectaré conmigo y sabré por fin lo que escribo, lo que oculto en los blogs, en los muros de mi cabeza, en la boca.
Pero temo que si empiezo a hacerlo me descubra y sepa que cuanto escribo pasa por mis ojos, temo leerme a tal punto en que al caminar por la calle me reconozca y acercándome lentamente empiece a entablar una relación conmigo, mientras decido denunciarme con algún oficial, por seguir mi blog, por contestar a cada entrada, por enviarme mails de felicitada indignación por mi trabajo; temo enterarme que me odio, que nunca he pensado en mí, que prefiero a esos otros que me miran desde afuera como a un animal en el circo o en el zoologico.
Miro el blog de nuevo, es tan sencillo, sólo oprimiré seguir y estaré tras mis pasos, tras mis letras, tras de mí.
Podría convertirme en mi propia correctora de estilo, decirme que por favor cambie el ritmo que ofrecen mis comas, que ponga puntos y seguido, que no omita de ninguna manera los acentos, que esta idea o aquella otra son inaceptables porque no aportan nada, porque en realidad estas o aquellas palabras no pueden ligarse.
Quizá entonces me moleste conmigo y me mate, o me escriba una carta sugieriendo que me meta en mis asuntos, tal vez me atreva a hablarme, a decirme que agradezco el interes.
No, a decir verdad no me gusta como escribo, preferiría leer otra cosa, no inmiscuirme en lo profundo de esta intimidad escrita, iré a ver televisión, a caminar por la ciudad en la que  pastan recuerdos de todas mis vidas, a desvelarme con un puñado de dudas, sin traicionar lo que me digo antes de acostarme leyendo el contenido de lo que hago de día.
Me prometeré no escribir más, nada más, nunca más y al final terminaré ardiendo en el infierno de las teclas, en los desvelos del verbo, en la condena de siempre regresar a este acto de circo en el que pretendo inscribir, bajo una carpa, todos los contenidos del mundo que poseo
Nada de esto es lo que siento, el mundo da vuletas y las palabras se hacen menos porque ninguna va gritando lo que se expande dentro,
Todo gira, desde los pies hasta los techos y el cielo, ese trozo azul que guarda serpentias de agua y viento se queda mirando hacia abajo, perplejo, aquí no hay canciones, sólo pechos abiertos y despedidas, aquí no hay humanos, se fueron en migraciones a la nada, aquí sólo estamos nosotros, devoradores de esperanzas, deconstructores de todo lo creado.
Soy tan pobre que no pude comprar el mundo y colocarlo en un rincón de este cuarto desmantelado




pura chatarra

jueves, 20 de mayo de 2010

Hasta este momento yo estaba triste.
Quiero aplicar color a este luto, pero mis ojos se cierran antes de ver la luz.
me gustaría comerte y luego escupirte, como hacen esos que no tienen nombre pero juegan a tener cara, creo que es porque todos estamos en silencio por lo que tu gran boca-grano-mierda se abre y no temo decirte que a veces mi asco se vuelve ternura y que mi odio vibra de amor emponzoñado, pero pienso que eso da igual, te arrancaré un trozo, te comeré con sal y los otros asustados me dirán que lo que escribo es horrible, no saben (ni imaginan), que lo hago a apropósito, que ésta es mi venganza para quedarme sola, para que nadie más te mire, porque tú eres una parte de lo que invitan mis ojos y yo no quiero que nadie crea que existes.
Estoy cansada de esperarte, de que tu nombre siga invisible sobre los nudos de nuestras manos, estoy cansada de hartarte, de que hasta la muerte entienda mejor que esta mirada no significa nada, estoy cansada de llevar en la boca la muralla de los últimos roces, la espalda de las plataformas en las que nuestra vida se hacía vuelo y caída

tardaría mil lunas en acentuar esa palabra, no tengo ganas

no quiero seguir esperando

pero mis plantas están clavadas
En el saco de la muerte
venía escrito tu nombre.
le hubiese preguntado porque no buscó algo más moderno
pero parecía tener prisa y decidí esperar mi turno
          
 pura chatarra

la

la primera fotografía que te robó el alma rodó por la banqueta
y en un charco de carbón y tinta encontró lo que dejó en tu cuerpo
                                 pura chatarra

miércoles, 19 de mayo de 2010

Yo quería dormir contigo


Llorar contigo

Morir contigo

Cegar bajo el cielo de tus parpados la luz que te despertaría

Yo quería estar en el suspiro, en el aire que exhalabas

en tu pecho recorriendo las formas del aire

Y tu cerraste los ojos
...
Tu vientre está partido
tus hijos son sangre en la banqueta
no quiero pronunciar tu nombre
prefiero cerrar los ojos e invadir la frontera
esa línea que divide
las realidades impuestas
no quiero mirar tu nombre
prefiero ser un trozo del alambre
que atraviesa con su sombra
el largo de las banquetas
ahora que me declaro loco,
que pierdo mi vestido de humano
espero que se borre tu recuerdo
de los diarios.

sinceridad

Escribes finales, pinche amor, no eres más que una bota de santa en primavera, no me cae bien ese tipo gordo que arruina mis navidades, todo se escribe con minúscula porque nada vale la pena, no quiero que me digan que eres lo mejor de lo mejor, prefiero acostarme con otra idea y no que vengas otra vez con tus cursilerías,  flores y cuerpos enlazados, corazones en el exterior, cancioncitas de supermercado y el arrepentimiento y las soledades en los bolsillos.
nos vamos volviendo verso, escupimos nuestra ausencia, somos un kilo en la carnicería, un poco de verdura en el aire, estamos en la comida, en los muertos, en los caños, somos la conciencia de las moscas,


despegamos

cómo lo hacen los que saltan desde el barandal del mundo y caen sobre la sentencia de que este sitio ha sido condenado

nos vamos volviendo espacio y entre una letra y otra colocamos nuestros huevos, para que devoren a los muertos que andan por la ciudad

el asfalto gris cubre sus caras, sus granos, sus frenos, el sudor que se acumula entre sus ingles y la mirada glacial de los que aún esperan el fin del mundo.

nuestras manos se extienden, se vuelven gotas y zumbidos, somos el estiércol de los muertos y los muros construidos, yo no quiero droga, no quiero tira, no quiero ningún hueco que invite a la desgracia del amanecer que nos desgarra, yo quiero un poco de sueño, les grito a los que somos, pero no me escuchan

nosotros somos el aliento que respira y regresa la saliva que nos pule, nosotros somos el aire que expulsa el vuelo de las moscas, un conjunto de silencios que anuncia lo que los labios que saltaron y se abrieron, paracaídas, en la distancia entre el punto y la base de la torre conoció/conocía.

Cambios

Cambio de nombre y lo único que se te ocurre es combinar el esmalte de tus uñas con una cancioncita repetitiva




yo te digo que te odio, tú escupes imágenes,


- imágenes - imágenes - imágenes - imágenes


¿es que no escuchas lo pesado de los dedos sobre las teclas?


- imágenes - imágenes - imágenes - imágenes





esto no está pasando


yo lo pienso y tú actúas
                                   eres yo,
                                   tomas mi mano
                                   mi boca
                                                 / que no deja de repetir esa cancioncita tonta /


 las uñas entintadas de rosita, guardadas en el centro de mi  puño cerrado, se estrellan contra


caigo en pedazos


y tú me sigues viendo,


- imágenes - imágenes

mi cadáver escupe imágenes que escupen imágenes que escupen imágenes

tus uñas no me deforman y la canción ya no taladra


hay interferencia entre tu cuerpo y este multiplicado


que está en el suelo


pidiendo algo que se disuelve en imágenes – imágenes -imágenes- de ti

Reverberancia

Reverberancia es la palabra más larga, tan larga que no sé cómo se escribe, tan larga que nos abarca, que nos hace conscientes de que tú y yo sólo podemos resumir nuestra esencia y nuestra carne a esas letras que una tras otra nos nombran sin darnos sentido, podríamos buscar en un diccionario, pero da igual, el diccionario no está vivo, desconoce la profundidad de nuestra respiración, las intensiones largas, crueles o sutiles de que nuestra carne y nuestros huesos se vuelvan contra nosotros y nos ayuden a acabar con todo, con las horas sumergidas en odio, con las caricias lascivas, con las miradas que explotan, con las discusiones que se acumulan en el piso (impidiendo que andemos bien), con este muro


y ese

y aquel.

Yo quiero con todas mis fuerzas que esta palabra cobre fuerza, que acabe con todo, con lo que nos rodea, con lo que forma nuestro alrededor, quiero que todos se mueran, que entiendan que no somos eco, que nuestro nombre es más complejo, que no lo saben escribir y por eso nos confunden, no pueden pronunciarnos.

martes, 18 de mayo de 2010

la única forma de abrazarte ahora es mirando el recuerdo
el exilio es la palabra que te cierra la puerta, es el tema que deshoja mi sangre, es el  ejercicio que entumece los huesos.
 en una caja, con los cerrados, con los brazos  sobre mi pripio abandono, viajo al exilio de las flores,  de las tardes lluviosas, del mundo al que cuando intente regresar ya no estará

lunes, 17 de mayo de 2010

El mundo pasaba de largo

las moscas buscan alertar los oidos de la muerte con su vuelo
entre las migajas
te etiquete mal



estabas de oferta
Un


                      c   o   l     b   r   í   
     


de sangre

                   se estrelló contra tu pecho.
Me estaba
                    bañando
                            con olvido.

sábado, 15 de mayo de 2010

hay colores que traspasan los suspiros

hay


colores                                                          que
los suspiros


traspasan
cuando el pico llegó al centro de la boca descubrió la soledad en la que mi alma se construía, tuvo piedad y enterró su fuerza en mi corazón, dejándome sin motivos para respirar.
los
nudos
de
este
amor
descolorido



me
dejan
sin
aliento
hay formas que se repiten
en los párpados
de la intensidad
de este dormir cansado
en el que viajamos
a la vida de verdad
los aromas
del cuerpo
son árboles que resienten
la humedad
del vacío
Quiero que floten tus escamas, sobre el polvo de lodo en el que las cenizas se hacen mar
no hay más esperanza que la que se vuelve silbido en el insomnio de los muertos

1.

Las luces de los focos ciegan los espacios

en los que la maraña de la ciudad se vuelve verde,

la mujer consume el humo del tabaco,

el hombre bebe de las cloacas,

los niños juegan en pijama

sobre los buitres que picotean la marioneta de la vida,

mientras en silencio las pesadillas se conmueven por la realidad.

sábado, 1 de mayo de 2010

1.

Se escondió en los muslos de la noche. Ahí, en la tibieza, de un temblor singular, se baño en los abismos de un sueño manso, casi placentero, pero frío, sinónimo de las muertes de mi piel.