firma con mi nombre su estampida, con mi anular esquivando el viento, en direcciones distintas de aretes que desmayan sobre cuellos sobrepuestos y temblores que sacan las risas de la cocina y el estadio.

...

me muero por venderme en-latas

porque nuestras ideas se mezclen con tubos de colores y dejen de ser blancos perfectos, en anaqueles de espacios internos, yo quiero tener un tú y sostenerlo con el tenedor de mi hambre, yo quiero que tú me quieras, en un copo de nieve, y que luego, escarchada, me viertas en el vaso vacio de tu alcoba. No, no compres eso, ni lo mires, alguna mujer ha olvidado recoger su aliento y yo que soy contagiosa  caigo en las alfombras de tu código de barras 

las muestras gratis son los viernes, suerte que sea lunes y que no tengamos si quiera que plantearnos en serio eso de evitar las cumbres en donde franquicias formarían nuestro virulento cuerpo con lujo de detalle... 

si

si, yo te escribo, te describo desde  todas mis bocas, desde mis mil - y una - fórmulas, te extraño en los labios de mi voz y en mi playera corrompida de tus ideas - desnuda, inmaterial-, intranquila como la sombra que te delata en los muros de esta reunión.

C-c

De  negros profundos, sobre la liquida pureza de tu dulzura, de largos y cabizbajos espectros de burbujas y cascaras roji-blancos se construye tu recuerdo en mi boca.

Las tapa-roscas ensalzan tu idea, luego coronan la inquietud de tu embase, icono de tiempos y deslavados juegos,  quemaduras que se repiten  en incontables ceremonias en las que se comparten frías sensaciones y sabor. 

No quiero beber de tu boca el aliento de la oscura soledad.

vivo

sin los largos comentarios del viento, sin el aroma del mar que siempre regresa con el misterio de su propio lenguaje derramado en la mano, en forma de líneas y de directas disyuntivas de voz.

me puse pistolas en lugar de ropa, me puse ira en lugar de corazon y fui rompiendo mi propia imagen de cristal

comercio informal

en el carrito entras más. metete. andale. no, no lo vas a arruinar. sólo no te quites la etiqueta. hay que pagar....
si, eso, en el carrito cabes más. llenate de plastico y nombra tu alma en un nuevo telar. ah, es cierto, eso no existe. vamos al otro pasillo, ahí con agua te hemos de multiplicar. no importa si tu familia te extraña. a los esclavos el tiempo los ha de olvidar.

...

el desvelo me revela la carga de tu nombre, me destapa tu aliento


-me cuece-

tienes forma indefinida

eres la sustancia verde que desprende el hueco de mi estomago

cuando imagino la palabra    hambre

en la frente de los niños

también estas aquí, en la imagen de la tecnología,

en el tablero por el cual pretendes salvar al mundo que destruyes

señor muerte

joven muerte

hombre muerte

mis labios aún mastican el hogar de tu nombre

aun te extrañan cuando columpias tus dedos en el infinito

- sonríes -

te pienso en el barco, cayendo, petróleo,

en la tierra cual frasco de pet, sin quebrarte

y sin dulzura

enseñando a los niños a orinar con saña el agua

y la leche

que viene de sus madres.

eres avance

eres finalidad-destrucción

el frío de tus ojos quebrará mi mandíbula

y turbada, aún soñando contigo,

cerraré los ojos

dejando en mis manos el hueco

de una simple petición.

1

prolonga el silencio, cuna de sombras, que todas las lunas iluminan los ojos del asesino, el bolso de la mujer que sale del teatro, los abismos de donde el naufragio de mi alma no ha vuelto.

el espacio de mi botella se llenó con hollín