sábado, 19 de junio de 2010

El amor a veces es una explosión que dilata todo cuanto existe en el mapa creado a manera de cuerpo, pero no siempre es suficiente  como para crear nuevas constelaciones, para emerger de la oscuridad y volverse bombilla; el fango a veces también es despedida del silencio; y el sexo un consuelo que sólo se relaciona con la necesidad para encontrar a otro y descubrirse humano, es compartir los secretos de las manos y los cuerpos; los rincones que se llenan de fango o de amor o de víscera sin resultados a largo plazo.
El amor a veces es imposible, aún cuando le tengamos tatuado, se vuelve fantasma en el recuerdo,  una gota de rabia negra en el labio sangrante de la necesidad de recoger la bebida, que el sudor dispara en moléculas de excitación y feromonas.

No hay comentarios: