lunes, 31 de agosto de 2009

lo que alguna vez llore

Lo que alguna vez llore pierde el sentido en estas hojas, no es mi mente la que corre tras el pasado, después de todo ella no tiene piernas, es una mente como tantas otras, con un pozo cercano al final del camino, justo debajo de un enorme árbol cuyo nombre desconocemos... El agua y el árbol están juntos, pero separados, distanciados, como los deseos de mi cuerpo y las ideas que llegan de pronto y se convierten en órdenes a seguir... Mi mente va tras su pasado, cuando el frio congela sus canales y no hay nada interesante en la televisión, da igual lo que se busque de todas formas estará contaminado conmigo... Me quedo escuchando... ¿no era ese mi nombre? ¿Alguien me llamo? uhm... si, tengo que colgar, aún cuando nadie haya llamado... Mi mente, como decía, a veces se avería, tiene problemitas con las tuberías, no hay plomero en la ciudad, lo sentimos (dice el sujeto que controla mi directorio), él ultimo murió a causa de la fiebre que nos ataco el verano antepasado, lo escogimos así, porque el sujeto que se encarga de la salivación innecesaria es más gracioso... Gracioso, que risa siento... no cabe duda, hasta en mi cerebro hay burocracia, que idiota.... No hay ofertas, las neuronas están ocupadas, no escuchan al lado del cerebro que tiene la razón, si no hay suficiente impulso como para activar el umbral tendrá que esperar, y como no, si las neuronas sienten que sus servicios (ininterrumpidos, por cierto) no deben estar al servicio de mis juegos...bueno, de los juegos de un hemisferio cerebral, que aún no llena alguna hoja 4h para tener el poder de cruzar el famoso umbral. Me he pasado a otro tema, tal vez las cosas no son así, tal vez el plomero no murió, tal vez está de vacaciones. Estaba triste, ya olvide porque... necesitaría intentar recordar, pero quizá eso no me conviene....

viernes, 28 de agosto de 2009

dijo que era inocente.
la gata dijo miau y tu distorcionaste su lenguaje