sábado, 19 de junio de 2010

La ternura se explica cuando no se buscan definiciones y una mirada se escapa de los párpados interiores, esos que se encuentran lejos de la luz de la mirada y que incrustan la necesidad de amar a otro aún cuando esto sea, en el último de los casos, innecesario. Lo poco fructífero de esa palabra siempre resulta en lágrimas con formas de actos avocados en los momentos de debilidad. o quizá ese es el resultado, la posibilidad de agradecer y de generar agradecimiento en eslabones de grados menores hacia esa gente que ha pasado y no volverá.

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