viernes, 11 de junio de 2010

Se encontraron tres meses después en una galería, sus ojos no se encontraron mas si sus reflejos, en el largo espejo de centro del pasillo principal, ella llevaba un saco largo y él el frío en los huesos, esa mirada clásica, el deseo dibujado en todos los poros del cuerpo (aunque escurriendo agua), parecia apagado. 
Sus cuerpos se rozaron en el reflejo, como en el momento en que  dormían juntos.

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