domingo, 6 de junio de 2010

Había una nueva versión de mí, estaba dentro de una cajita roja con un lado transparente, justo detrás de un enorme cristal en el que podía leerse la casi resplandeciente palabra "juguetes"; todos los días la miraba a través del vidrio y ahorraba esperando comprarla; hasta aquella tarde en que en su lugar encontré el vacio y descubrí que con ella se habían llevado mi corazón.

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