Esos golpes llegaron a mi carne, gritó la vaca muerta,
Esas punzadas llegaron a mi carne, gritó el cerdo muerto
Esas palabras cortaron mis alas, gritó el pescado en la sartén
Esas agujas taladraron mis escamas, gritó el pato en el horno
Esos comunicados no llegaron a mis oídos, dijeron los comensales que esperaban tranquilamente en un restaurante
Mientras la gente que sufría estaba afuera, en juzgados, hospitales y estadísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario