martes, 13 de octubre de 2009

No escribo para ti, no, más bien escribo para mi vida, para perderla, sí, yo también he querido perderte, dejarte en el tazón, sin el bocado que te he dado; sin pensar en los labios que resbalan del calor, del sabor de mi cuerpo, y es que aunque no escribo para ti tengo ganas de cobrarte el nombre que creamos; de escribir sobre tu espalda con el marcador negro que sirvió para tus piernas, eres mi libro preferido aunque nunca escriba de ti.

1 comentario:

pata de perro dijo...

Para el polvo que la hace volar.