me dormiré sobre la sombrilla del tiempo, sonreiré con la naturalidad con la que el clima me llenó de fantasmas pastosos, me jubilaré de risos y lampiña caminaré sobre la tabla, para dar un salto final, cargado de dulces y despensas, compraré un trozo de música y acrecentaré el compás hasta obligarte a ser feliz.
2 comentarios:
Que bonita obligación!
si, ¿verdad?
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