lunes, 5 de octubre de 2009

llevo

tu aroma en la nariz, en el placer que provoca la evocación de tu voz, llevo conmigo alguna migaja de tu cuerpo partido, y el infinitivo de tu nombre cargado de cascabeles...
te llevo hasta en el mar que he comenzado a respirar.

2 comentarios:

pata de perro dijo...

Las migajas saben ricas.

June dijo...

jajaja, si, ni que lo digas....