miércoles, 19 de mayo de 2010

Reverberancia

Reverberancia es la palabra más larga, tan larga que no sé cómo se escribe, tan larga que nos abarca, que nos hace conscientes de que tú y yo sólo podemos resumir nuestra esencia y nuestra carne a esas letras que una tras otra nos nombran sin darnos sentido, podríamos buscar en un diccionario, pero da igual, el diccionario no está vivo, desconoce la profundidad de nuestra respiración, las intensiones largas, crueles o sutiles de que nuestra carne y nuestros huesos se vuelvan contra nosotros y nos ayuden a acabar con todo, con las horas sumergidas en odio, con las caricias lascivas, con las miradas que explotan, con las discusiones que se acumulan en el piso (impidiendo que andemos bien), con este muro


y ese

y aquel.

Yo quiero con todas mis fuerzas que esta palabra cobre fuerza, que acabe con todo, con lo que nos rodea, con lo que forma nuestro alrededor, quiero que todos se mueran, que entiendan que no somos eco, que nuestro nombre es más complejo, que no lo saben escribir y por eso nos confunden, no pueden pronunciarnos.

No hay comentarios: