Estoy cansada de esperarte, de que tu nombre siga invisible sobre los nudos de nuestras manos, estoy cansada de hartarte, de que hasta la muerte entienda mejor que esta mirada no significa nada, estoy cansada de llevar en la boca la muralla de los últimos roces, la espalda de las plataformas en las que nuestra vida se hacía vuelo y caída
tardaría mil lunas en acentuar esa palabra, no tengo ganas
no quiero seguir esperando
pero mis plantas están clavadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario