a Emma
La vida con las moscas no es compleja, ellas y yo volamos con las patas atrás, siempre entendemos los impulsos del matamoscas de las palabras, el uso del sueño, el tiempo en los pequeños destellos del aire.
Yo no les digo moscas, prefiero decirles sonrisas.
Las sonrisas y yo acampamos frente a la pantalla,
escribimos,
nos gusta soñar
aunque a veces los sueños nos heredan tristeza
nunca lloramos
cantamos al Tiempo que nos enreda en el cuerpo del Aire
entendemos la intensidad en el aroma,
buscamos la belleza en los basureros,
visitamos a los enfermos
los guiamos a los brazos de la muerte
las sonrisas me divierten
( ellas me enseñan sobre la vida y el mundo ),
sobre las reglas que hay que seguir
para dormir en paz.
A veces me aconsejan que cierre la boca,
que deje que mis alas me guíen al futuro espacial
y repiten que no es el futuro sino el pasado,
en el pasado todo era espacio,
Las sonrisas son sirenas, abandonan sus alas en las playas,
sacan una nueva forma y se dibujan cantantes seductoras
Nadie me acompaña en este mundo,
sólo ellas
minuteros antes de cerrar los ojos
y despegar.
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