miércoles, 7 de julio de 2010

Quiero llorar, soy sal.
Aquí ya no hay más formas, todo son labios con costras y voces que se repiten en el desvelo de la desilusión, quiero seguir un corazón y mi corazón es sólo polvo, no sé que hacer, este camino está roto, como los cables de luz que trozan las calles y me alejo de la palabra y del silencio y del adiós a las cosas que guardan mis entrañas y mi memoria. Estuve ahí el día del diluvio, recibiendo el frío en mi cuerpo, estuve ahí el día en que me quedé incluso sin frío y el día e que decidí renacer y sólo renació la ciudad, estuve ahí y estoy aquí, en un borde inexacto, en la costra de pan que ya no contiene ninguna sonrisa. Estuve también en su cuerpo ¿ese es el misterio, no? el misterio...
esa palabra no me gusta, no me gusta ya ninguna, estoy atrapada y soñé que estaba atrapada y mis pasos y... todo esta cortado, en trozos irregulares, en formas que sólo se entienden viendo el cielo partido en alambres que contienen luz aunque son oscuros
Mis ojos arden, piedritas me raspan el interior de los parpados, pongo coma y es punto, sonrió sin labios. Mis ojos se cierran, quiero llorar y soy sal.

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