lunes, 1 de febrero de 2010

Detona mi sangre, esa gota de sensualidad que vuelve palabra su boca, y pienso en la interminable onda que sacude mis huesos cuando, de pronto, su cuello se retuerce bajo mis labios… 

1 comentario:

pata de perro dijo...

Se detona la sensualidad cuando tus dedos están escurriendo...